Venía Nadi* a comer, ella hasta tiene las llaves de casa. Pero cuando viene me gusta preparar algo comestible. Y hace un tiempo que ella deja que yo decida qué comemos.
No recuerdo qué preparé para que cenemos, pero el postre fue la versión "nac&pop" del nutella. Como buenas bajoneras necesitábamos algo pastoso, chocolatoso, el néctar que alimenta a la Chancha que habita en cada uno de nosotros.
Consistía en maní tostado, chocolate amargo, miel, azúcar de mascabo, harina de algarroba y agua. Las proporciones ni idea, fue todo a ojo, pasó por la minipimer, quedó una pasta.
Puse la pasta en un frasco y le entramos con cucharita.
"Salió muy chancho" le dije. Me respondió una sonrisa y unos ojos achinados que asentían.
"Esto está buenísimo" dijo al rato.
"La Chancha Saludable" le dije entre risas. Y una semilla con forma de idea caía en tierra.
* A Nadi la conocés acá
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